LA IMPORTANCIA DEL APEGO
- Equipo MOTIVA
- 22 ago 2022
- 2 Min. de lectura
El apego es un tipo especial de vínculo afectivo, que no sólo tiene que ver con el cariño que se le entrega a un pequeño, sino que con la manera en que lo acogen y calman cuando siente malestar, por lo tanto, es una necesidad biológica tan importante como comer o respirar. Así como la leche es esencial para que un bebé pueda crecer, el apego es esencial para que su cerebro pueda desarrollarse en todo su potencial.

Los primeros años son un periodo especialmente importante para la construcción de un estilo de apego seguro, que le ayudara a enfrentar y superar de mejor manera los desafíos que se le presenten a lo largo de toda su vida. Durante los primeros meses los bebes ya comienzan a dar señales de algún malestar o necesidad, a través del llanto. El cuidador o padres poco a poco irán comprendiendo lo que el bebé quiere decir y lo que le resulta mejor para calmarlo o hacerlo sentir mejor.
Los padres o cuidadores pueden ayudar al pequeño a desarrollar un apego seguro a través de todos los momentos en que se le entrega contención estable, predecible y efectiva para su malestar; creando rutinas y hábitos que le ayuden al bebé a adivinar lo que se le realizará.
Es importante considerar que:
- El apego no es un momento específico sino un proceso que se va construyendo día a día en todos los momentos en que un bebé siente y/o expresa algún malestar.
- El apego se desarrolla desde el bebé hacia su madre, padre o cuidador (no al revés), es el niño o niña quien busca protección y el adulto quien debe entregárselo.
- La manera en que los adultos “acogen, contienen y calman” es lo que determina la seguridad del apego.
- Los bebés no manipulan a través del llanto, sino que este es el lenguaje que tienen para comunicar lo que necesitan.
- No se malcría a un bebé por acoger y calmar oportunamente su llanto. Por el contrario, esto le ayuda a confiar en quienes lo rodean y aprender cómo manejar sus emociones cuando sea más grande.
- El llanto no es la única señal a través de la cual el bebé expresará malestar. Estar demasiado quieto, no buscar los brazos del cuidador o padres, no llorar y no jugar también pueden ser signos de malestar.
- El apego no es lo mismo que el primer contacto piel a piel, la lactancia, el juego o la estimulación. Todos estos son momentos muy importantes, valiosos para la crianza y son oportunidades para fomentar la seguridad en el vínculo.
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